Esta es la transcripción en español del 14 de noviembre de 2020 del sermón de Bruce Wadzeck, "Walking in the Light part 7."
Caminando En La Luz Parte 7
Es maravilloso estar con ustedes esta mañana del Señor. Hemos estado estudiando
una serie tomada del libro del Nuevo Testamento en 1 Juan. 1 Juan parece haber sido escrito
cerca de finales del primer siglo, en ese momento la iglesia estaba comenzando a experimentar
quizás su primera ruptura importante donde había algunos falsos maestros que probablemente
se convirtieron en lo que conocemos como maestros gnósticos. En el siglo II, el gnosticismo era
una versión competitiva del cristianismo. La causa del surgimiento del gnosticismo fue que el
verdadero Cristo Mesías era judío y eso no era aceptable en el mundo del primer y segundo
siglo. Había muchas actitudes antisemitas y las escrituras de la iglesia primitiva incluían
escrituras judías y la Biblia no era lo suficientemente filosófica para algunas de las personas de
esos tiempos, por lo que decidieron tomar un poco de cristianismo y mezclarlo con filosofía así
comenzaron a negar las partes de Jesús que lo conectaban con el Antiguo Testamento. Esto
creó el primer abismo importante en la iglesia, leemos sobre eso en 1 Juan 2: 18-22:
“Queridos hijos, esta es la última hora; y como han oído que viene el anticristo, inclusive
ahora han venido muchos anticristos. Así es como sabemos que es la última hora. Salieron de
nosotros, pero en realidad no nos pertenecían. Porque si hubieran sido de nosotros, se habrían
quedado con nosotros; pero su partida demostró que ninguno de ellos nos pertenecían. Pero
ustedes tienen unción del Santo, y todos conocen la verdad. No les escribo porque no
conozcas la verdad, sino porque la conocen y porque ninguna mentira proviene de la verdad.
Quien es el mentiroso es quien niega que Jesús es el Cristo. Esa persona es el anticristo, que
niega al Padre y al Hijo”.
Entonces, ¿qué significaría en el primer siglo afirmar ser cristiano y negar que Jesús es
el Cristo? Bueno, el término en sí mismo "Cristo" proviene de una palabra hebrea "mesías" y
significa "el ungido" refiriéndose al hecho de que los reyes fueron ungidos con aceite por el
sumo sacerdote para comenzar su gobierno, esta era una palabra judía en referencia a Cristo
Rey, el ungido. Si eres antisemita, no querrás usar esa terminología. Los gnósticos ven a Jesús
como un gran filósofo que revela misterios, conocimientos y verdades, pero no como un rey
judío que está diseñado para gobernar a través de su reino sobre toda la tierra, por eso dice
que son anticristo. Mucha gente se enfada mucho por tratar de identificar a un anticristo, pero
como la escritura dice muy claramente, cualquiera que niega la identidad fundamental de Jesús
es un anticristo. En el primer siglo, algunas personas que inicialmente se convirtieron en parte
de la comunidad cristiana se retiraron, ya no querían ser parte de ellos, pero decian tener
todavía alguna conexión con Jesús, pero esto no era cierto porque la negación no le deja ser
parte de la comunidad del reino de Dios. Cuando fui a la universidad, estudié teología, me
sorprendió el número de teólogos que gastaron una gran cantidad de energía tratando de negar
que Jesús fuera una figura histórica real o que Dios hubiera puesto los pecados sobre Jesús.
Se les ocurrió un sinfín de explicaciones sobre la vida de Jesús, todo, excepto lo que la Biblia
dio para el propósito de Jesús. Así que en nuestros días hay muchos anticristos y personas a
las que se les ocurren cosas ingeniosas.
Me doy cuenta de que lo último es que todos son extraterrestres y, por supuesto, van a
interpretar a Jesús como una especie de extraterrestre especial que descendió al planeta y
tenía poderes extraordinarios. Bueno, no era un extraterrestre en el sentido de que no se
originó en el planeta, pero no vino de Plutón; venía del reino invisible y existía en una forma
completamente humana. Ahí es donde Juan habla a lo largo de la carta de que logró su gran
trabajo, por lo tanto, todos debemos ser conscientes de que puede ser desalentador cuando la
gente deja la hermandad cristiana y comienza a negar algunas de las verdades fundamentales,
desafortunadamente es algo que ha estado ocurriendo desde el principio. Siempre es tentador
imponerle a Dios una imagen en vez de aceptar la realidad de que estamos hechos a su
imagen. En nuestros días las personas son creadoras de imágenes y por eso tratan de crear
imágenes de sí mismos y de los demás, pero nosotros en Cristo estamos descubriendo y
encontrando nuestra verdadera identidad; ahí es donde descubrimos nuestra humanidad
completa, propósito y significado. Entonces, en el capítulo 5, finalizando la carta, Juan nos dice
porqué escribió esta carta, versículo 13, capítulo 5-15:
“Les escribo estas cosas a los que creen en el nombre del Hijo de Dios, para que sepan
que tienen vida eterna. Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que si pedimos
algo según su voluntad, él nos escucha. Y si sabemos que él nos escucha, cualquier cosa que
le pidamos, sabemos que lo tendremos”.
Algunas personas piensan que es arrogante por parte de cualquiera decir que saben
que tienen, como posesión presente, la vida eterna. Bueno, ¿cómo sabes si vas a ser lo
suficientemente bueno para estar a la altura de eso o quién sabe si vas a ser fiel al llamado de
Dios? Por esa razón, algunas personas ven como pura arrogancia pensar que tal vez usted
pueda saber con certeza que tiene esta nueva vida, esta vida permanente, esta vida inmortal a
la que se refiere como vida eterna. Por supuesto, la palabra en sí no significa simplemente la
vida eterna. ¿Te imaginas vivir para siempre en ciertas circunstancias que harían la vida
miserable, para siempre? Seguro que puedes. Puedes pensar en circunstancias monótonas y
decir que tenías que vivir así para siempre. Eso no sería un gran regalo, pero cuando el término
eterno se usa para referirse a la vida que Dios vive, no es solo para siempre, sino que es una
vida de buena calidad, la vida de Dios. Entonces, las buenas nuevas del evangelio es que
podemos saber que ya tenemos la vida eterna en “tiempo presente”. Comenzamos mientras el
espíritu vive en nuestra vida al seguir el ejemplo de Cristo. Estamos comenzando a vivir este
tipo de existencia completamente nuevo que será la vida que existe más allá de esta vida que
está conectada a la vida misma de Dios. Dios nos ha llamado a tener comunión con él para que
podamos vivir una vida de calidad completamente nueva que dure para siempre, por lo que no
es arrogancia decir que lo sabemos. No lo sabemos porque somos muy buenos, lo sabemos
porque Dios es muy bueno. Lo sabemos porque es un regalo que Dios nos ha dado en Cristo.
Continúa diciendo que uno de los grandes beneficios es que podemos tener confianza
cuando oramos. Que si Dios escucha nuestra oración, cualquier cosa que pedimos y que sea la
voluntad de Dios, Dios lo proveerá y, aunque tal vez aún no hayamos visto los resultados
completos, puede tomar días, meses o años para que suceda. Podemos estar seguros de que
ya lo hemos recibido, si está en la voluntad de Dios. Ahora, la voluntad de Dios, por supuesto,
es lo que la Biblia nos dice, es por eso que estudiamos la Biblia para que podamos entender
mejor cuál es su voluntad y propósito, pero él sigue adelante y da un ejemplo específico del tipo
de oración del que está hablando y lo que deberíamos pedir versus lo que no deberíamos. Eso
nos ayuda a comprender mejor de qué está hablando. Esto no quiere decir que si decides que
lo que necesitas son 10 millones de dólares en el banco porque has decidido que quieres
mudarte a Hawái, lo cual es una gran idea, necesitarás 10 millones de dólares y si solo oras
entonces, obviamente, Dios está obligado a enviar el cheque por correo. Esta no es la voluntad
de Dios, la voluntad de Dios es que estemos orando por otros, no por una ganancia egoísta.
Oramos por el beneficio de los que nos importan. Si otros están en apuros económicos, oramos
para que Dios los ayude, no para beneficiarnos a nosotros mismos. La voluntad de Dios no es
que nos volvamos más egoístas y hagamos todo tipo de pedidos egoístas, sino que pedimos
cosas que son la voluntad de Dios para los demás y el mundo. . Entonces continúa el capítulo
5, versículo 16:
“Si ves a algún hermano o hermana cometer un pecado que no lleva a la muerte, debes
orar y Dios les dará vida. Me refiero a aquellos cuyo pecado no conduce a la muerte. Hay un
pecado que lleva a la muerte. No estoy diciendo que debas orar por eso. Toda maldad es
pecado, y hay pecado que no lleva a la muerte”.
Algunas personas se confunden mucho con esto, pero creo que es bastante simple.
Primero que nada tienes que volver al evangelio donde dice que hay un solo pecado
imperdonable, la blasfemia del espíritu santo. En el contexto en el que dijo que había estado
sanando y ayudando a las personas, y las personas religiosas que estaban en oposición a
Jesús afirmaron que no podían negar que él había sanado y ayudado a personas, por lo que la
única alternativa que vieron fue afirmar que él estaba haciéndolo mediante una fuente de
energía maligna. Aseguraron que Jesús hizo lo que hizo por el poder de Belcebú, o Satanás, el
maligno, un término despectivo. Es así como, blasfemar significa hablar en contra, de tal
manera que cuando dijeron que hablaban en contra de la obra misma del espíritu de Dios que
obraba a través de Jesús para sanar y ayudar a otros, estaba negando que la obvia obra de
Dios proviniera de Dios. Entonces, negar la obra de Cristo para negar quién es y lo que ha
hecho es una blasfemia contra el espíritu santo. Por tanto, tal negación en su núcleo
fundamental es, creo, uno de los pecados que conduce a la muerte.
Si usted ve el libro de hebreos, habla de personas apartándose de Dios. La clave de
eso, está en el capítulo 10 donde dice, si pecas deliberadamente y de manera habitual, no hay
más sacrificio. Entonces, esto está hablando de la otra cara de la moneda. Uno es negar quién
es Jesús en la obra de Cristo y el otro pecado fundamental y hasta la muerte es envolverse en
una vida de pecado habitual y hacerlo con arrogancia y de forma deliberada como si estuvieses
escupiendo en el rostro de Dios diciendo, ¿Qué vas a hacer al respecto? Voy a seguir
haciéndolo y no me importa. Sé que está mal pero no me importa. No planeo hacer una pausa,
no voy a tratar de reducir la velocidad, no voy a tratar de luchar contra esto, voy a hacer todo
de una manera deliberada y arrogante, eso también es un pecado de muerte. Entonces creo
que asumió que aquellos a quienes les estaba escribiendo estaban al tanto de estas
enseñanzas y sabían lo que era un pecado de muerte. Y, por supuesto, en esta carta se opone,
en particular, a los falsos maestros y, claro, a su influencia que le correspondió la carta que
había hablado sobre cómo los cristianos tienen un abogado con el padre y pueden tener el
perdón a través de la sangre de Cristo, decirles ustedes No pecan es una negación de la
realidad de tu vida, todos pecamos. La diferencia entre las personas que intentan hacer lo
correcto y que ocasionalmente pecan, y las personas a las que no les importa hacer lo correcto,
solo quieren seguir haciendo lo que hacen habitual e ininterrumpidamente y de una manera
arrogante; y niegan la fuente de esperanza que es Jesús para la humanidad y el trabajo de
salvacion que ha completado para nosotros.
Entonces él dice que si ves a un hermano o hermana tropezando de alguna manera, tal
vez ni siquiera lo sepan. ¿No nos ha pasado a todos? Con esto, las personas están diciendo
algo incorrecto, es posible que ni siquiera estén conscientes de que lo están haciendo, tal vez
no sean lo suficientemente maduros para reconocer que esto es un problema espiritual. Bueno,
él dice que deberíamos orar el uno por el otro. Esto es lo que significa pedir algo de acuerdo a
la voluntad de Dios y saber que lo has recibido. Y Dios dará vida a estos hermanos y hermanas
que están luchando contra el pecado, esta es una de las cosas a las que ya hemos hecho
alusión, que es un pecado de muerte, los matará espiritualmente. No esté orando por esa
persona porque no hay esperanza para la persona que rechaza la última esperanza de la
humanidad que es Jesús, a quien Dios envió. Y luego, al concluir su carta, hay ciertas cosas
que cree que estos cristianos definitivamente deberían saber y que nosotros también
deberíamos. Versículo 18:
"Sabemos que todo el que ha nacido de Dios no sigue pecando"
No está hablando de la perfección sin pecado; él está hablando del pecado rebelde
habitual.
“El que es nacido de Dios lo mantiene a salvo” Ese es Jesús. "Y el maligno no puede
hacerles daño".
Cuando estamos en Cristo, Satanás no tiene poder sobre nuestras vidas. Las personas
que no han aceptado a Cristo viviendo una vida egoísta y rebelde caen bajo el dominio de
Satanás y él puede dañarlas, pero mientras estemos en Cristo, estamos a salvo.
“Sabemos también que somos hijos de Dios” Entonces pertenecemos a Dios. "Y que el
mundo entero está bajo el control del maligno".
Entonces sabemos que hay dos fuerzas en el mundo. Uno es el maligno, el rebelde
desde el principio y sus adeptos y todas las personas que deciden cooperar con eso y rechazar
la oferta de gracia de Dios de libertad y nueva vida que permanecen bajo él; por lo tanto, el
mundo entero básicamente está bajo el dominio de Satanás. La misión de los primeros
cristianos es la misma misión que tenemos nosotros. Buscamos recuperar el mundo del
maligno de regreso a donde pertenece legítimamente bajo el justo, Jesús, que es nuestro rey.
El gobernante legítimo es Jesús. El que usurpa el trono es el maligno. Estamos buscando el
derrocamiento del maligno y lo hacemos predicando las buenas nuevas y ayudando a las
personas a encontrar a Cristo y a dejar el dominio de Satanás y convertirse en parte de la
familia de Dios, que es el reino de Dios donde hay salvación, esperanza y sentido para todos.
Entonces lo sabemos.
"Sabemos también que el Hijo de Dios ha venido y nos ha dado entendimiento"
Así que esto contrasta con la sabiduría que comprende el conocimiento secreto que los
gnósticos estaban promoviendo, pero tenemos una comprensión legítima de la dinámica
fundamental del mundo a partir de nuestra comprensión de quién fue Cristo, qué hizo y por qué
lo hizo.
“Para que conozcamos al Verdadero. Estamos en el que es verdadero por estar en su
Hijo Jesucristo. Él es el Dios verdadero y la vida eterna".
Entonces, sabemos quién es el verdadero, el correcto, en contraste con el maligno.
Podemos distinguir entre los dos y luego la buena nueva es que estamos en Cristo. En su hijo,
que es una expresión que dice que estamos en la familia, no estamos fuera de la familia;
somos parte del cuerpo de Cristo, no una partícula desconectada que circula en el universo
bajo el poder del maligno. Por lo tanto, podemos tener la confianza de que por todo eso
tenemos vida eterna porque la vida eterna está en Dios y ahora estamos en relación con Dios
que nos da como un regalo, toda esta nueva calidad de vida que será para siempre. Para
siempre es mucho tiempo. Ni siquiera podemos empezar a comprender lo que significa para
siempre. Cuando los cosmólogos dicen que el universo comenzó con un big bang hace tantos
miles de millones de años, es casi incomprensible para nosotros imaginar ese período de
tiempo, mucho menos para siempre sin fin, pero esta es la vida de Dios y Dios quiere compartir
su vida con nosotros. Esas son las buenas nuevas del evangelio en Jesucristo. Me encanta
cómo termina sus cartas, simplemente dice:
“Queridos hijos, guardaos de los ídolos”.
Algunas personas piensan que es una forma extraña de terminar la carta. ¿Por qué de
repente mencionas algo de lo que no ha hablado en toda la carta? Pero sugeriría que ha
estado hablando de ello.
Cuando dice que se mantengan alejados de los ídolos, no necesariamente se está
refiriendo en el primer siglo a algún templo pagano en la calle que tiene una especie de imagen
hecha de una supuesta deidad a la que la gente adora y ofrece sacrificios y ofrendas, se está
refiriendo al hecho que la Biblia considera que la raíz del pecado es una forma de idolatría.
Entonces, la idolatría no es una participación simplista en alguna adoración pagana, sino poner
cualquier cosa en un plano igual a Dios o incluso hacerla más grande que Dios. Hay todo tipo
de lealtades en competencia que encontramos en nuestra sociedad, algunas personas adoran
a su familia. Ponen a la familia en un plano igual al de Dios. Ven que Dios está beneficiando a
la familia, por lo tanto, para Dios está bien, pero Dios es más grande que la familia. No significa
que la familia sea mala, solo significa que la familia no debe ser adorada. Obviamente, algunas
personas adoran tipos habituales de aberraciones. Adoran la sexualidad humana, todas las
dimensiones en las que se encuentra una persona en particular y están dispuestos a hacer
cosas extremas para participar en idolatría que traiciona a otras personas y a Dios. Por
supuesto, está el dinero. Para algunas personas, el dinero es el ídolo número uno y Dios es
solo un medio para obtener dinero. Entonces, cuando dejan que Dios entre en escena es
porque esperan que Dios los bendiga de manera particular para que puedan estar mejor
financieramente. Y así, estas idolatrías en competencia destruyen nuestra vida espiritual. Dios
debe ser el primero. Obviamente necesitamos algunos recursos económicos para vivir, porque
tenemos una familia que cuidar y amar. Obviamente Dios dio la sexualidad como un regalo
para el matrimonio y ese es un maravilloso regalo de Dios, pero no fue su intención que fuera
un deporte recreativo que el mundo tiende a hacer de él. Por último, las personas aman el
poder.
Hace poco pasamos por un gran episodio en el que vimos partidos políticos
desesperados que te decían cualquier cosa con tal que votaras por ellos. La mentira es
bastante obvia a menos que estés atrapado en ella, pero verás, en el reino de los cielos no hay
elecciones. La única elección es una selección de Dios para nosotros. En el reino de los cielos
hay un rey. No se postula para un cargo cada tantos años, no, él es el rey eterno. O aceptas a
Jesús como rey y señor o no eres parte de ese reino. Todos estos otros esfuerzos de poder y
apalancamiento humanos son simplemente acciones de hombres. Algunas personas ponen la
política por encima de Dios en un marco de igualdad, algunos piensan que Dios está en su
política, pero sorprendentemente Dios no es un político. Dios es rey, exige nuestra absoluta
lealtad y fidelidad. Y sí, vivimos en este mundo y como participantes, tratamos de tomar
decisiones acertadas sobre el liderazgo porque tenemos oportunidades en nuestro país, pero
no se trata de eso. Todo el mundo predice el fin del mundo si la otra parte toma lugar y el
mundo nunca termina. Esta es solo la mitología de la política, pero como ve, nosotros creemos
en algo mucho más grande que estas personas que van y vienen en la escena política, tienen
el poder por un tiempo y luego ya no. Los que intentan ejercer poder sobre otros buenos o
malos, pero tenemos una mayor responsabilidad. Tenemos un reino más grande, somos parte
del plan eterno de Dios, parte del pueblo eterno de Dios. Y por eso Juan les advirtió como yo
les advertí a ustedes.
Deshazte de ídolos. No permitas que ninguna de las cosas que promueve el mundo se
convierta en algo muy importante que comience a desafiar su relación con Dios. Ninguna de
estas cosas en este mundo tiene el mismo significado que Dios. Todo está subordinado a
nuestra lealtad a Cristo y nuestra esperanza no está en el próximo movimiento político, nuestra
esperanza está en Dios. La vida que vivimos no es una vida puramente política, es una vida
llamada vida eterna. Ha existido antes de que hubiera repúblicas y antes de que hubiera
democracias y antes de que Dios estuviera allí, y donde está Dios, hay vida eterna. Y ahora
Dios amablemente nos está haciendo ese ofrecimiento. Esperemos que seamos tan
apasionados y preocupados en compartir a Cristo, a Dios y a ayudar a otras personas a
encontrar la vida eterna en lugar de algo menos indigno de nuestra lealtad total al igual que son
apasionados sobre política. Solo Dios a través de Cristo merece ese tipo de lealtad a cualquier
otra cosa, persona, movimiento o ideología tiene que estar subordinada a nuestra lealtad al
Dios vivo. Por eso te desafío a que te deshagas de los ídolos.